Si con su apabullante ritmo de publicación, Clean Feed ha sido para mí el indiscutible sello del año 2010, Not Two merece al menos una mención honorífica. Recogiendo la gran tradición de discográficas europeas consagradas al jazz, el sello polaco, empeño personal de Marek Winiarski, se ha convertido en el principal exponente del post-free más clasico, alejado por lo general de experimentos de corte más moderno.
Fundado en 1998, su nombre proviene del título de un disco de Lester Bowie editado en los 90 bajo la etiqueta GOWI, que el propio Marek había creado anteriormente con un amigo. Dedicado en sus primeros años a reflejar la fecunda escena polaca, poco a poco empezó a publicar discos de músicos americanos en gira por aquel país, a menudo mezclados con talentos locales. Uno de sus grandes hitos fue la edición en 2005 de una caja de 12 CDs del Vandermark 5 grabada en vivo en Cracovia. A partir de entonces el propio Ken y algunos de sus allegados, como Jeb Bishop o Dave Rempis se añadieron a su catálogo. Lo mismo ha ocurrido más recientemente con varios de los integrantes de la corriente neo-free aparecida en los 90 en torno a William Parker, como Matthew Shipp, Rob Brown o Joe Morris, que también han encontrado cobijo en un sello que no ha cesado de ganar en coherencia y calidad y que cuenta ya con alrededor de 150 referencias. Al jugoso contenido musical hay que sumar la cuidada presentación de los CDs, en un atractivo formato mini-LP.
2010 ha sido un año especialmente fructífero para Not Two. Aunque ninguno de sus lanzamientos ha acabado en mi top 10, al menos media docena de ellos se han quedado muy cerca. Ya he reseñado aquí la edición especial del Vandermark 5: The Horse Jumps And The Ship Is Gone y el del clarinetista Jason Stein: Three Kinds Of Happiness. De entre los dúos, que parecen la especialidad de la casa, mis preferencias se decantan por dos registros de quitar el hipo, Matthew Shipp con Sabir Mateen: SAMA, y Joe McPhee con Ingebrigt Haker Flaten: Blue Chicago Blues. Por otro lado, también ha presentado uno de los debuts del año, el del batería de la Costa Oeste Vijay Anderson: Hardboiled Wonderland. Y no menos brillante ha sido el disco firmado por el saxofonista portugués Rodrigo Amado: Searching For Adam. En 2011 seguiré muy atento a este sello de toda confianza que casi nunca defrauda.
me cojes escuchando el duo de joe morris con luther gray. ¿que mas añadir?.
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