En muchos de los múltiples proyectos de la inquieta pianista japonesa Satoko Fujii, el gran protagonista es en realidad su pareja, el trompetista Natsuki Tamura. Esa estrecha colaboración se plasmó el pasado año en dos discos excelentes: el dúo Muku, y Forever, a cargo de Gato Libre, la fascinante banda (con Fujii al acordeón) cuyo lirismo atemporal parece una suerte de folklore imaginario.
Time Stands Still es el tercer disco al frente del cuarteto Ma-Do tras Heat Wave y Desert Ship, todos ellos en el sello polaco Not Two, y tristemente será ya el último con esta formación por el fallecimiento del contrabajista Norikatsu Koreyasu. La música densa y abigarrada de Ma-Do, una especie de free progresivo, está casi en las antípodas de la de Gato Libre. El rodaje adquirido por la banda en sus cuatro años de existencia cristaliza en piezas de gran intensidad que suenan más fluidas que nunca. Los momento estelares se suceden en torno a melodías tan inspiradas como la de See The Clock Back, con un precioso encaje entre la trompeta de querencias milesianas de Tamura y la solemnidad del piano de Fujii, el episódico Broken Time, con un arrollador giro de piano funky al que pone colofón un enérgico solo del batería Akira Horikoshi, o el melancólico tema que le da título, con un sobresaliente trabajo de Koreyasu con el arco. Sensacional.