El trompetista canadiense ha sido una de las figuras más singulares y con una trayectoria más apasionante en la escena británica del jazz. Después de un amplio período en Cam Jazz, Songs for Quintet supone la vuelta a ECM, donde dejó algunos de los discos más emblemáticos del sello muniqués, como Gnu High y Deer Wan, pero también obras más arriesgadas como el magistral Around 6. Grabado solo unos meses antes de su muerte, su deteriorada salud se hace evidente en la fragilidad de su sonido, aquí solo al fliscorno, pero se compensa con su habitual sabiduría y una sensibilidad exquisita.
La grabación cuenta con una banda de frecuentes colaboradores en la que adquiere un gran peso el inspiradísimo saxo de Stan Sulzmann y la guitarra ultracool de John Parricelli, en una línea similar a la de John Abercrombie. El contrabajista Chris Laurence y el baterista Martin France, habitual del trío de John Taylor, completan un quinteto que muestra una afinidad admirable con la estética de Wheeler. Una colección de temas encantadores, algunos ya conocidos de grabaciones anteriores, dotados de una hechizante melancolía, redondean el que quizás sea su disco más emotivo desde el fascinante Angel Song.
Más de dos años se ha hecho esperar desde su presentación en vivo la publicación en CD de la obra más ambiciosa del clarinetista afincado en la Costa Oeste. Un ciclo de canciones basadas en textos del poeta Allen Grossman interpretadas por una banda que tiene como punto de partida la experiencia de Goldberg en el Tin Hat de la cantante y violinista Carla Kihlstedt.
Orphic Machine integra antiguos colaboradores en diferentes contextos, el trompetista Ron Miles con el que grabó Go Home, la pianista Myra Melford con la que ha actuado a dúo frecuentemente, el saxofonista Rob Sudduth, el guitarrista Nels Cline y el baterista Ches Smith, que le acompañaban con un sonido más contemporáneo en Unfold Ordinary Mind, y el contrabajista Greg Cohen y el vibrafonista Kenny Wollesen, habituales de la música de inspiración judía asociada al círculo de John Zorn. Con este noneto estelar aborda una difícil mezcla de géneros, un arte de la canción que al trascender el ámbito jazzístico se mueve en un arriesgado equilibrio que Goldberg solventa con primorosos arreglos de notable riqueza instrumental. A pesar de la carga intelectualizada de su origen y la duración a veces excesiva de los temas, la obra se escucha siempre con agrado y contiene melodías tan memorables como las de la melancólica "Care" y la solemne "The Present".
The Making of Orphic Machine
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