sábado, 24 de enero de 2015

Eclecticismo por bandera

Paul Shapiro, Shofarot Verses (Tzadik) ****
La biografía del saxofonista recogida en el comic "The Book of Shapiro" repasa su hiperactividad desde los 80 en la ecléctica escena del downtown neoyorquino, primero más en segundo plano haciendo pareja con Steven Bernstein en bandas de funk vanguardista, con un breve paso por el Microscopic Septet y como omnipresente músico de estudio en multitud de discos de artistas tan dispares como Queen Latifah o Lou Reed, para después lanzarse a una carrera como líder en Tzadik de la que Shofarot Verses es ya su cuarto álbum.

Englobado en la serie "Radical Jewish Culture" auspiciada por John Zorn, Shapiro ha cuajado una sabrosa mezcla de rhythm & blues con la música tradicional judía que él bautiza como "Rhythm & Jews". Tras un precioso arranque a solo en "Hashivenu", el cuarteto, que cuenta con la solvencia de la rítmica que forman Brad Jones en el bajo y Tony Lewis en la batería, descubre pronto su mejor reclamo, la guitarra chispeante de Marc Ribot, que está en su salsa en esta mezcolanza de soul, blues y hasta surf-rock. Un irresistible "In Phrygia" de sabor latino sintetiza la vocación de tocar música disfrutable que no entiende de etiquetas, antes de cerrar el círculo con un tema más espiritual solo con el saxo y el percusionista Adam Rudolph como invitado especial en los tambores.

The Microscopic Septet, Manhattan Moonrise (Cuneiform) ***½
Fundada por el saxofonista Phillip Johnston y el pianista Joel Forrester, The Microscopic, básicamente un cuarteto de saxos más una sección rítmica, fue una de las bandas pioneras junto a The Lounge Lizards en la eclosión del downtown a comienzos de los 80, llegando a contar inicialmente en sus filas con el mismísimo John Zorn, después sustituido por Don Davis. Sin embargo, el grupo desapareció en los 90 sin alcanzar notoriedad, probablemente porque su música sonaba demasiado retro para encajar en una escena proclive a propuestas más experimentales, al tiempo que demasiado desenfadada para ser tomada en serio por la rígida ola de neotradicionalismo imperante.

La reedición en 2006 de sus 4 primeros discos, agrupados en dos volúmenes dobles con abundante material inédito, propició la resurrección del grupo con un nuevo álbum, Lobster Leaps In, al que siguió el tributo a Thelonious Monk Friday the 13th. Esta tercera entrega de su nueva andadura, sin renunciar a integrar elementos de bop o funk más contemporáneos, basa su sonido en la era del swing, con el anhelo imposible de recuperar aquella época perdida en la que el jazz era parte esencial de la música popular. Tres décadas después, el septeto ha perdido parte de la frescura de su primera etapa, pero en sus mejores momentos aún es capaz de crear riffs memorables como los de "When you Get in Over Your Head" o "Let's Coolerate One", que evocan la efervescencia juguetona de los combos de John Kirby o Raymond Scott, melodías seductoras como la de "A Snapshot of the Soul", para cerrar el disco con una especie de tango, "Occupy Your Life", deliciosamente anacrónico.

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