lunes, 13 de septiembre de 2010

Jason Moran: ¿la eterna promesa?

Desde que empezó a despuntar en la banda del saxofonista Greg Osby, muchos pensamos que Jason Moran estaba llamado a ser un pianista que marcara una época. Coincidiendo con la aparición de Ten, que celebra el décimo aniversario de su trío Bandwagon, es hora de preguntarse si se han cumplido aquellas expectativas, o si por el contrario Moran se ha acomodado en el papel de eterna promesa.
Aunque influido también por Thelonious Monk y Andrew Hill, el estilo de Moran viene marcado en gran medida por el que fuera su maestro, Jaki Byard. Un admirador de Earl Hines y Erroll Garner, Byard representaba como nadie lo que podríamos llamar el pianismo total, capaz de recorrer en una sola pieza buena parte de la historia del instrumento. La influencia en Moran es manifiesta, basta con escuchar la prodigiosa versión que incluye su último disco de To Bob Vatel of Paris (que Byard tocaba a solo en su There 'll be some changes made), que comienza como stride para después convertirse en una lección magistral de piano.  
¿Pero ha servido a su vez Moran de inspiración para las nuevas generaciones de pianistas? Si repasamos las revelaciones más recientes: Robert Glasper, Yaron Herman, Aaron Parks, parece que no demasiado, pues todos los citados, aún con matices, estarían más bien en la órbita del pianista más afamado de la generación inmediatamente anterior: Brad Mehldau.
A su favor, Moran ha tenido varios factores, ha mantenido estable un trío con el contrabajista Tarus Mateen y el batería Nasheet Waits que ha acumulado un rodaje y una compenetración fuera de lo común, y ha grabado desde el inicio de su carrera para Blue Note (este Ten es ya su octavo disco para la compañía), a pesar de que mientras tanto, ésta se ha desecho de buena parte de sus artistas de jazz (incluyendo a su antiguo patrón) para girar hacia derroteros más comerciales.
Bien es cierto que este nuevo disco rompe un silencio discográfico de 4 años, pero Moran se ha mostrado muy activo mientras tanto, ha participado en un proyecto de recreación de la música de Monk, ha girado y grabado con algunas figuras legendarias: Charles Lloyd, Paul Motian, y ha acumulado apariciones gloriosas en discos de otros géneros (Blood from stars de Joe Henry, Pentatonic wars and love songs de Otis Taylor).
Moran ha integrado como pocos en su trío los ritmos del hip-hop (escúchese RFK in the land of Apartheid en su último disco), y su amplitud de miras le ha permitido versionar tanto a estrellas del pop (Bjork) como a los más diversos compositores clásicos (de Prokofiev a Nancarrow). A sus 35 años, puede que ninguno de sus discos haya sido hasta ahora esa obra rompedora que algunos esperábamos, pero si Ten no lo es todavía, es sin duda un paso en el buen camino, por lo que seguimos creyendo que hay razones suficientes para que Moran acabe confirmándose como el pianista más importante de su generación.

Podéis escuchar 'Ten' en Spotify (y no os perdáis el delicioso tema oculto 'Nobody').

5 comentarios:

  1. Pianismo total... recorrer en un pieza toda la historia de un instrumento... jo, ese Jaki Byard debía ser bueno... y yo que pensaba que la música acababa en la frontera de los triunfitos y cosas así...

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  2. Bueno, dejo aquí el enlace a un vídeo del Jazz Piano Worshop (Berlin, 1965) Byard en trío con Reggie Workman y Alan Dawson:
    http://www.youtube.com/watch?v=mhBFk54qBNk

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  3. Muchas gracias Cayetano. Así da gusta interesarse por la buena música.

    Un saludo.

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  4. Enhorabuena a Jason Moran por la concesión del prestigioso y suculento (500.000$) MacArthur Fellow.

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