Liquidado su grupo estandarte (Vandermark 5), y aunque mantiene activas numerosas colaboraciones e incluso ha resucitado fugazmente su DKV Trio con una monumental caja de 7 CDs publicada por el sello polaco Not Two, Made to Break parece llamada a tomar el relevo como su principal base de operaciones al menos en formato reducido, mientras el Resonance Ensemble sigue ocupando el espacio central de las de gran formato.
No estamos ante una propuesta rompedora sino ante un paso más en una evolución con numerosos antecedentes en la galaxia Vandermark. Este power trio extendido hereda la potencia del FME y su ampliación The Frame Quartet, y sobre todo recoge los frutos de la semilla sembrada por Spaceway Inc. abriendo su música hacia el funk, y de la inmersión en la electrónica del Powerhouse Sound.
El resultado es una música que se torna más contemporánea trascendiendo las fronteras del jazz. Los efectos surgidos del ordenador del austriaco afincado en Buenos Aires Christof Kurzmann (que había contado con Ken para su proyecto El Infierno Musical) le dan un barniz post-rock que no es ajeno a la efervescencia del género en Chicago (Tortoise), mientras que el bajo eléctrico de Devin Hoff aporta un cierto espíritu hardcore. El énfasis en el aspecto rítmico da un gran peso a la contundente batería de Tim Daisy, con Ken alternando las exploraciones sonoras con el clarinete en los interludios electrónicos, con su habitual pegada con los saxos para deleite de su modesta pero fiel parroquia de devotos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario